martes, 10 de enero de 2012

XMAS

Creo que como muchos de vosotros todavía tengo esa sensación post navidades. Me refiero a esa sensación de no dejar que terminen, a no acabar de acostumbrarse a la rutina, a intentar fundirse entre las sábanas y aferrarse a ellas cuando el despertador marca las siete, a querer seguir llevando el pijama a todas horas, a desear volver a tener sobre la encimera de la cocina un par de polvorones y a querer volver a sentir esa magia a la que llaman navidad. Y cómo no, la palabra navidad en esta sociedad tan consumista, se relaciona rápidamente con esta otra: regalos. Hemos creado un concepto erróneo a cerca de esta época del año: Cuantos mas regalos mejor. Caemos en las redes del consumismo y sin darnos cuenta, estamos paseando por la Morea con cinco bolsas en cada mano con regalos para los padres, los abuelos, los hermanos, el primos, los tíos, fulanitos.. (estos últimos en grandes cantidades). Pues queridos lectores, os diré una cosa (que también debería aplicarme) y es que "los regalos no dan la felicidad", el amor no se demuestra materialmente, nace desde dentro y lo consiguen las personas que a base de esfuerzo, paciencia y confianza consiguen atravesar la piel y acariciarte el corazón.

Así que, no desperdiciéis tiempo comprando regalos, que las navidades son efímeras y hay que aprovecharlas para pasar cada minuto rodeada de la gente que te quiere, de tu familia y tus amigos 













PD: Además hay que darles un respiro al Olentzero, Papa Noel y los Reyes magos, que estamos en crisis.





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